Victor: el teleko que surgió del frío

Aventuras de un Erasmus de la ETSIT en Estocolmo. Por el día, estudiante en KTH; durante la noche,....quien sabe :D. Sigue las aventuras de un españolito rodeado de suecas y echale un ojo a los blogs de mis compañeros de desventuras.

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sábado, febrero 03, 2007

MI PRIMER DIA DE SNOWBOARD EN ESTOCOLMO

Hoy nos hemos reunido unos cuantos amiguetes (entre los que se encuentra gran parte del comando ALS) para ir a practica snowboard en Flottsbro. Es una estación de esquí que está a un pendeltåg y un viaje en bus desde T-Centralen (unos 40 minutos más o menos). Antes de nada, pongamonos en situación: ninguno había practicado snowboard antes, no había monitor ni clases disponibles y nuestra única ayuda era un Howto impreso de una página web. Si esto no es ir a la aventura, no sé qué es. Aquí tenemos a los intrépidos aventureros.









Empecemos por abrocharnos las botas a la tabla. Ya surgen las primeras dudas: ¿Talón o punta? ¿Primero el pie de delante o el de detrás? ¿Tú como te lo has puesto? Buff, miremos de nuevo el "Howto". Anda, echame una mano para colocarme. ¡No me sueltes, no me sueltes! Y todo esto rodeado de suecos de todas las edades y las tallas esquiando y haciendo snowboard. Menos mal que los que iban más adelantados de nuestro grupo hacian el papel de monitores de palo :D.


Una vez montados en la tabla y con, comienzan los pasitos de bebé...y las caidas de campeonato. Yo, siendo como soy, no iba a ser menos, pero curiosamente no fui el MVP de las caidas en snowboard (por lo menos en espectaculo, que en número quede bien situado). También descubrimos usos alternativos de la tabla (que grandes esas carreras de "trineo/bobsleigh"). Mención especial a Gonzalo y su control de la tabla, el único de nosotros que acabó la tarde consiguiendo dominar mas o menos a donde iba y frenar (que fue nuestro primer objetivo despues de aprender a movernos un poco).

El resultado del día: snowboard sin profesor y a lo loco no es opción ganadora. Otra lección aprendida: no existe refill de nata para tortitas en la cafetería de la estación de Ski (aunque eso no nos detuvo, jeje). Volveremos a intentarlo otro día en Hammarbybacken, donde si tenemos opción de profesor/monitor para que nos lleve por el buen camino. Pero de todas formas, no fue una tarde perdida: nos llevamos un pequeño recuerdo que añadir a nuestra vitrina de trofeos. Y proximamente, puede que intentemos retomar el City Hall. ¿Cómo? ¿Cuándo? Permanezcan en sintonía con este blog!!



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